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Max observaba con aprecio cómo los pilotos se preparaban para la acción, encendiendo sus mechas y revisando el funcionamiento de las armas mientras se ponían en posición para el despliegue. Todos están intensamente concentrados, y él no puede ver ningún error real o problemas con su entrenamiento mientras forman una columna para avanzar.
—[Cuatro minutos quince segundos. No está mal, pero pueden hacerlo mejor] —Nico llama a través del intercomunicador, provocando algunas risas suaves de los otros comandantes de unidad.
Cinco minutos es el estándar para la mayoría de las unidades, tres es el estándar para las Fuerzas Especiales. El hecho de que estuvieran listos en menos de cinco minutos para un despliegue sorpresa tomó por sorpresa a la mayoría de sus comandantes, pero esto sirve como un testimonio de su dedicación para eliminar a los invasores de la faz de este planeta colonizado por humanos.
