Para convertirse en Emperador... ¡esto era lo que Gabriel finalmente había decidido! El Imperio fue robado de los descendientes del Rey Santo y Novius. Ahora que todos esos descendientes estaban muertos, no había forma de devolver el Imperio a sus legítimos dueños.
La única forma en que podía pensar para asegurarse de que el Imperio permaneciera en la familia de Novius era convirtiéndose él mismo en Emperador. Aunque no fuera por sangre, él era parte de la familia de Novius, y estaba seguro de que Novius habría querido lo mismo también. Era mejor que dejar que el Imperio cayera en manos de los Nobles corruptos.
—Pero cómo lograr eso... Es más fácil decirlo que hacerlo... —Se frotaba la sien, sumiéndose en profundos pensamientos. Había decidido un objetivo final, pero el camino a seguir para alcanzar ese objetivo aún estaba por decidir.
