Los pasillos de la fiesta irradiaban un esplendor de opulencia, decorados con cortinas de seda, candelabros de oro y lujosas tapicerías que literalmente flotaban en el aire. A la vez que la fiesta era al aire libre, parecía estar dentro de algo. Una luz suave emanaba de orbes mágicas flotantes, creando una atmósfera festiva que envolvía a los presentes.
Instrumentos musicales tocaban encantadoras melodías en un escenario elevado, completamente solos, sin un solo músico, mientras la risa y animada conversación llenaban el aire. Para Jayaa, ver algo así era a la vez aterrador y fascinante.
Los invitados a la fiesta, vestidos con deslumbrantes túnicas y varios de ellos con disfraces extravagantes, bailaban en el salón de baile. Las parejas giraban con elegancia por la pista de baile, moviéndose al ritmo de una música que parecía salir de un sueño. La diversidad de disfraces y máscaras reflejaba la variedad de especialidades de los magos presentes.