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Las palabras de Klaus en ese momento fueron como puñaladas en el estómago de Ashley, pero no era como si ella no hubiera esperado algo así.
Su pasado, lleno de emociones intensas y elecciones cuestionables, se cernía sobre ellos como una nube oscura, difícil de disipar. La tensión entre ellos era palpable, una línea invisible que ninguno de los dos quería cruzar.
A pesar de esto, Ashley aún se mantenía allí con la mirada fija en su perfil serio. Podía sentir la barrera que Klaus había erigido y el dolor en sus palabras. Al mismo tiempo que él no parecía estar listo para hablar de todo, mostraba que él había tomado una decisión por su cuenta hace tiempo. Era confuso para ella. Sin embargo, no estaba dispuesta a darse por vencida fácilmente. Los recuerdos de los momentos felices que habían compartido seguían resonando en su mente, y ella anhelaba una oportunidad de redención.
