Con el impacto preciso de la flecha y la desintegración de las plumas escarlatas, una onda de choque recorrió a Klaus. Lo que había parecido imposible se convirtió en realidad en cuestión de segundos. La mirada de asombro y admiración en el rostro de Andrew reflejaba lo que Klaus sentía por dentro. Los vítores y gritos de la multitud resonaban a través del bosque, creando un coro de celebración por la increíble hazaña de Klaus.
Él miraba a la multitud entre las ramas de los árboles, y percibió a primera vista cómo vibraban y aplaudían, y así su pecho se infló con una sensación increíble.
El mundo a su alrededor parecía congelarse mientras procesaba el impacto de lo que había logrado. No pudo evitar sonreír, una sonrisa que reflejaba una mezcla de sorpresa, alegría y un profundo sentido de logro.
La gente no solo aplaudía una victoria, reconocían la dedicación, la habilidad y la pasión que Klaus había invertido en esta cacería.