Girando en dirección al origen de la voz, los ojos de Valyr se agrandaron ligeramente de sorpresa al ver a una chica de unos veinte años de pie en medio de la puerta que conducía a la oficina de Damián. Aunque vestía ropas similares a las que llevaba la otra gente en la aldea, desprendía un aire de clase y gracia a su alrededor, haciendo pensar que podría ser una noble mezclándose con la comunidad local.
Este pensamiento se vio reforzado por el hecho de que sus ojos marrones avellana daban la impresión de que estaban contemplando el mundo que la rodeaba, como si su mirada abarcara todo lo que conocían. Añadiendo su pelo castaño oscuro, que estaba cuidadosamente atado en una coleta, así como la forma en que se manejaba en situaciones sociales, tendría sentido que uno pensara de esa manera.