—Y así, decide finalmente aparecer. —Al abrir la puerta que daba a la habitación en la que se alojaban, Valyr fue recibido instantáneamente por una voz burlona, lo que le hizo sonreír con amargura en respuesta—. ¿Qué te ha llevado tanto tiempo?
—He estado metido en el Gremio de Herreros todo este tiempo. —Mirando al hombre ante él que tenía los brazos cruzados, Valyr rió levemente—. ¿No lo hace obvio mi aspecto actual?
—¿Cómo iba a saber si los objetos que trajiste fueron forjados o comprados? —En respuesta, Wells miró de vuelta al joven con una ceja alzada, solo para soltar una risa poco después mientras dejaba caer su fachada arrogante—. Vaya, mantener eso fue difícil.
—De todos modos, ha pasado un tiempo. —Compartiendo un poco de risa entre ellos dos, el hombre procedió a abrazar a Valyr antes de ponerse al día sobre lo que el otro había estado haciendo durante el tiempo que no se habían visto.