—Gracias —dijo él. Después de esperar un rato en el taller, el ayudante que Valyr había solicitado anteriormente finalmente llegó con los materiales que él había pedido, lo que llevó a este último a darle al primero sus más sinceros agradecimientos. Observando cómo el ayudante desaparecía de su campo de visión, el joven regresó eventualmente al taller, colocando todos los objetos que había solicitado sobre una mesa cercana.
—Así que, armas de fuego... —dejó que las ruedas en su mente giraran. Valyr trajo a colación todo el conocimiento que acababa de obtener del Árbol de Tecnología sobre las armas de fuego, así como los conocimientos que había obtenido de su vida pasada.