¡Zumbido!
A diferencia de antes, Valyr fue el primero en entrar en la grieta que lleva al Plano de las Sombras, sintiendo la siempre familiar Energía Sombría envolverlo al instante. Sin embargo, en vez de envolver su cuerpo de una manera que parecía más un perro saludando a su dueño, era como si la Energía Sombría lo hubiera atado en su lugar, volviendo inútiles todos sus sentidos.
Afortunadamente, la sensación solo duró un breve momento, con el Plano de las Sombras reconociendo su conexión con él. Con eso, el paisaje sombrío y al mismo tiempo caótico apareció una vez más ante el joven, el pequeño incidente que había experimentado justo al entrar ya olvidado.
—Entonces, ¿cuánto tiempo tenemos hasta que tengamos que dejar el Plano de las Sombras, Anciano Noel? —viendo que Noel también había llegado al otro lado, Valyr aprovechó para hacer una pregunta mientras se aclimataba de nuevo a su entorno actual.