—¡Grooaaarrrr! —Dejando salir un grito enojado, un oso de pelaje rojo fuego arremetió contra el joven frente a él sin dudarlo, cada uno de sus movimientos lleno de intención de matar. Desafortunadamente, no importaba cuánta fuerza pusiera el oso rojo en sus ataques, el joven era capaz de esquivarlos en el último momento.
—Supongo que es hora de que haga mi movimiento —Viendo que se había acostumbrado más o menos al patrón de ataque del oso enfurecido frente a él, el joven aspiró un poco de aire mientras cerraba su puño derecho, lanzándolo en el mismo momento en que el oso rojo mostraba una de las aberturas que estaba buscando.
¡Bang!
¡Crack!