—Chirrido, chirrido, chirrido.
—Entonces... ¿qué pasa contigo atrayendo ratas de repente? —Mientras toda la aldea de Astarto se sumergía en un ambiente festivo, celebrando el gran éxito de su defensa contra la marea de monstruos, Valyr se sentó detrás de una mesa con Alfaera, Damián, Tristán y Myst, degustando las delicadezas que había en la mesa mientras charlaba con los demás. En algún momento, Tristán hizo una pregunta que quería hacerle a Valyr, causando que este último respondiera con una sonrisa inocente.