En respuesta a la pregunta del hombre, Valyr no pudo evitar soltar una pequeña risa mientras señalaba el asiento del lado opuesto de la mesa —Por supuesto, sé mi invitado. Aunque ya lo estás ocupando, Tryndall.
Escuchando la respuesta de Valyr, Tryndall soltó una breve carcajada mientras llamaba al camarero que estaba atendiendo a Valyr, informándole de su pedido. Justo cuando el camarero asentía en respuesta a sus palabras y se dirigía a la cocina del restaurante, Tryndall miró de nuevo a Valyr con una ligera sonrisa —Aún no he comido almuerzo.
—Lo mismo digo —Asintiendo en respuesta con una ligera sonrisa, la expresión en la cara de Valyr se volvió algo solemne mientras miraba a Tryndall con un toque de curiosidad—. Entonces, ¿qué te trae por aquí además de almorzar? Después de todo, hemos acordado que nos encontraríamos todos los días respecto a la misión aproximadamente una hora antes de la puesta del sol.
