Al resonar las palabras de la Cazadora —Así sea— en el aire, su postura se solidificó como una montaña, inamovible, mientras venas vermellón oscuro recorrían su rostro.
Arturo podía sentir la intensidad del momento asentándose sobre ellos, dándose cuenta de que sus límites estaban a punto de ser probados.
El crepitar de su Voluntad retumbó en sus oídos mientras agarraba con fuerza su bastón, sus ojos se entrecerraban con determinación.
Podía sentir su poder —las llamas vermellón oscuro girando a su alrededor, su aura impregnada de una intensidad malévola. Ella no se estaba conteniendo. Él sabía que lo que ocurriera a continuación podría ser una lucha a muerte.
Sin previo aviso, Grace levantó su mano, el aire a su alrededor ondulado con la fuerza de su poder.
Un estallido de energía vermellón oscuro avanzó hacia delante, surcando el aire como un cometa de destrucción.