Grace entró silenciosamente en la habitación donde Asher estaba parado, su atención centrada en algo mostrado en su dispositivo de muñeca.
Su expresión era serena, pensativa, mientras la luz tenue de la pantalla se reflejaba en sus rasgos afilados. En el momento en que la escuchó acercarse, se volvió, su mirada encontrando la de ella.
—¿Has estado aquí todo este tiempo? —preguntó Grace suavemente, una cálida sonrisa extendiéndose por su rostro mientras se acercaba—. ¿Por qué no viniste con los demás?
—No quería interrumpir tu reencuentro con tu nieto —sacudió la cabeza suavemente, apagando su dispositivo de muñeca, sus ojos permaneciendo en ella.
—Eso es absurdo. Nunca podrías ser una interrupción en mi vida —Grace soltó una pequeña risa, sus ojos brillando con calidez—. Realmente me impresionaste, sin embargo. Tenías un Plan B en acción, ¿no es así? ¿Quién te ayudó desde dentro?