—Presidente, lamento esto. Intenté detener esta simulación no autorizada, pero a Arthur aquí le pareció un poco difícil seguir mis advertencias, eheh —dijo Lenny dando un paso adelante inmediatamente, una risa nerviosa se le escapó de los labios mientras se dirigía al Presidente.
El ceño de Arthur se frunció, confundido por la repentina culpa que le lanzaban. ¿Por qué Lenny hacía parecer que él había causado problemas?
Mirando a Derek, Arthur habló con voz firme:
—Lo siento, señor. Aparte de que los estudiantes tenían curiosidad, yo también quería ver cuán aterrador era el Príncipe Corrupto.
Derek asintió, su expresión serena pero indescifrable:
—Está bien. Entonces... ¿Qué piensas sobre el resultado?
Arthur parpadeó, desconcertado por la pregunta. Hizo una mueca ligeramente antes de responder:
—Yo... Considerando cómo sucedieron las cosas en la realidad, no esperaba un resultado tan inesperado. Pero la simulación no puede estar equivocada, ¿verdad?
El ojo de Derek centelleó: