Las cejas de Raquel se relajaron al escuchar sus palabras:
—¿Prohibido? No puedes estar hablando en serio. Entonces, ¿por qué estoy
—Solo estoy bromeando, jaja —la expresión de Lenny se iluminó de repente en una amplia sonrisa—. Está prohibido para prácticamente todos, pero nunca dije que estuviera prohibido para ti. A esa pirámide la llamamos Torre Infinita... el lugar donde estamos desarrollando tecnología revolucionaria que ayudará a que este proyecto tenga éxito y nos permitirá alcanzar la cima. Entonces, ¿cómo no podría mostrarte lo que estamos construyendo? Vamos. Te emocionarás una vez que sepas lo que estamos construyendo, jeje.
Con una sonrisa tentativa, Raquel asintió, su intriga se profundizaba mientras seguía a Lenny hacia la fascinante estructura.
A medida que se acercaban a la Torre Infinita, su inmenso tamaño se volvía aún más imponente, la superficie de metal negro brillaba levemente bajo el débil sol marciano.