—¡En tus sueños, serpiente loca! —su voz resonó, llena de determinación y enojo.
—¡Insolente mocoso! ¡SSSHHHHK! —la respuesta de Lori fue inmediata y feroz. Con un siseo que hizo vibrar el aire mismo de la caverna, se lanzó hacia adelante, su enorme mandíbula abierta de par en par para acabar con la confrontación de un solo mordisco aplastante.
Pero cuando su boca se cerró, la figura de Asher desapareció en el aire, dejándola morder solo el frío y húmedo aire de la cueva.
Su enorme cabeza se retiró confundida, sus oscuros ojos morados parpadeando rápidamente mientras escaneaba el área, preguntándose cómo había podido simplemente desaparecer de nuevo en el aire, así sin más, sin dejar rastro alguno.
No debería haber podido teletransportarse ya que ella lo había inmovilizado con su aura.