Los ojos de Asher se congelaron al sentir la intención asesina sin fondo que lo inundaba desde atrás.
Un aura de neblina morada oscura, delgada pero omnipresente, lo rodeaba, succionando cualquier luz que hubiera en el aire.
Esta neblina giraba continuamente, pero luego de repente se onduló,
*SHSSSHK!*
Con una agilidad que contradecía su enorme tamaño, la serpiente se lanzó hacia adelante con un siseo escalofriante, su enorme boca dirigida directamente hacia donde estaba Asher.
Reaccionando con reflejos afinados, Asher se lanzó hacia un lado, su cuchilla circular brillando en la luz oscura de la caverna mientras rodaba por el suelo áspero, lleno de escamas.
Se levantó en cuclillas, observando a la serpiente mientras reorientaba su enorme masa para otro ataque. —No esperaba que fueras tan grande —murmuró Asher mientras observaba a este coloso enroscado.