—¡Haang! ¡Ahhnnng! ¡Haahnnng!
—Dime lo que quieres que haga o puede que me apetezca extender esto un día más .
—Yo... ¡Ahhhng!... quiero que... ¡Hnnng!... derrames tu semilla dentro de mí... ¡Hhaaang!
—Vaya, eres toda una zorra noble deseando la semilla de otro hombre a pesar de estar casada. Pero permitiré concederte tu deseo, ¡Nnngnh!
Mientras las horas pasaban en el oscuro salón de la torre, una escena sensual se desarrollaba mientras la regia y distante dama de la Casa Thorne se encontraba atrapada en una exquisita red de deseo.
Nadie que la conociera podría siquiera imaginar escuchar tales gemidos sedosos y altos o palabras tan obscenas saliendo de sus fríos y dignos labios.
Era famosa por ser extremadamente fría y despiadada, capaz de tomar decisiones difíciles sin la más mínima vacilación.