```
Un silencio repentino cubrió a la multitud. El aire se volvió asfixiantemente pesado mientras todos observaban, con los ojos muy abiertos y paralizados, el escenario imposible que se desplegaba ante ellos. Era como si el tiempo mismo se hubiera detenido para ser testigo de este espectáculo surrealista.
Varg quedó paralizado, su garra a centímetros de la garganta de Ceti mientras sus ojos temblaban.
Inesperadamente, la mano de Ceti, que parecía frágil y débil hace solo unos momentos, se disparó y agarró su enorme muñeca con una fuerza como de hierro.
Sus ojos se abrieron de golpe, emitiendo una luz roja sangre impresionante pero mortal que iluminó el oscuro túnel mientras su cabello escarlata comenzaba a tornarse blanco.
Un suspiro colectivo onduló a través de la multitud.
Su cuerpo, frágil y debilitado, de repente comenzó a irradiar una luz roja sangre.