—Esa pregunta es bastante simple de responder, mi señor. Nos encontramos dentro de ella.
Phoenix frunció el ceño ante su vaguedad.
—¿Qué quieres decir con dentro de ella?
—Mi reina. La razón por la que el gremio de magos quería vincularse a su incipiente reino es muy simple. Este árbol en el que está construido su palacio. Este árbol es nuestra razón.
Su respuesta no tenía sentido para Phoenix, y ella mantuvo su ceño fruncido.
—Quizás es una discusión que deberíamos tener en privado, mi reina —dijo—. ¿Cuando hayan menos oídos presentes? Es un asunto sensible para mi gremio, y deseamos mantener algunas cosas más para nosotros mismos.
De repente, Phoenix se sintió suspicaz hacia el hombre. Pero sus intenciones aún no mostraban malicia, así que lo complació.
—Muy bien —dijo—. Organizaré una reunión privada entre usted y yo más tarde hoy, solo con León y Brienne presentes con nosotros. ¿Eso le satisface?
El anciano sonrió ampliamente, asintiendo lentamente con la cabeza una vez.