—Me honra que incluso sepa mi nombre, señoría.
—No te alegres todavía. Me han dicho que te negaste a ser nombrado caballero para la ciudad de Cumbre Solar. Tu fuerza sería un gran activo para Cumbre Solar. ¿Nuestra ciudad no merece tu consideración? —dijo el último con el suficiente tono de advertencia que Astaroth supo que eran más como un interrogatorio que como una pregunta.
—Todo lo contrario, Gran Mariscal. Creo que desperdiciarían tal título en alguien como yo. También me gusta mucho la libertad de ser un aventurero —respondió Astaroth.
Euclesias sonrió ante su declaración, mientras que el duque resopló en acuerdo.
—Tonterías, muchacho. Has demostrado tu valía en batalla, y estoy dispuesto a ofrecerte el título de Barón, solo para tenerte en el ejército —afirmó el duque.
—Señoría, debo... —comenzó Astaroth.