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Después de desconectarse, Alejandro se dio una ducha rápida y calentó una pizza congelada. Se sentó y sacó su teléfono, abriendo los foros de Nuevo Edén.
Revisó nuevamente la tabla de clasificación para ver si había cambiado y se quedó de piedra. Los diez primeros ya habían cambiado.
#1: ??? / Nivel 23
#2: Bestia_de_Molienda / Nivel 21
#3: Jugador_Real_Número_Uno / Nivel 20
#4: Soy_Rico / Nivel 20
#5: Azamus / Nivel 20
#6: Jugador_Número_Uno / Nivel 20
#7: Fénix / Nivel 20
#8: Jugador_Sin_Vida / Nivel 19
#9: Asesino_de_Monstruos / Nivel 19
#10: Portatormentas / Nivel 18
Azamus, el jugador principal de Torre de Babel había subido tres puestos, Fénix había subido dos, y Portatormentas, que estaba cuarto en el juego antiguo, ahora era décimo.
Lo que pasa es que el resto de los puestos del top diez se habían movido poco. Los Mil Celestiales no eran para tomar a la ligera.
Además, cuanto más bajaba en la lista, más veía nombres de los jugadores principales. Era como si estuvieran subiendo de nivel con esteroides.
Suponía que lo más probable es que estuvieran usando el mecanismo de mejora de nivel para aumentar la experiencia que ganaban. Si hacían eso en todas sus matanzas, efectivamente duplicaban la experiencia obtenida.
Pero no todos podían hacer eso. Alejandro cerró la tabla y miró otras publicaciones mientras engullía la pizza.
Una publicación en especial llamó su atención. El título era ¿Mil Celestiales haciendo trampa?.
Rápidamente la abrió. En la publicación, el autor original se quejaba de cómo había visto a Azamus enfrentándose solo a un grupo de criaturas del mismo nivel y ganando.
Algunas personas respondieron diciendo que habían visto a otros jugadores de los Mil Celestiales haciendo lo mismo. Como si sus personajes fueran mucho más fuertes que los de la masa.
La mayoría de la gente se quejaba de eso, diciendo que habían recibido aumentos de la compañía del juego. O que estaban hackeando sus estadísticas y muchas otras teorías estúpidas.
Aunque Alejandro sabía mejor que eso. Estaba seguro de que si tuviera que luchar contra un grupo de cuatro bestias de nivel diez, él tendría la ventaja.
La mayoría de los jugadores todavía no sabían cómo reforzar a su personaje. Saldría pronto, pero él no sería quien revelaría el secreto.
Iba a aprovechar su ventaja tanto como pudiera. Cerró la publicación y siguió desplazándose un poco más.
Encontró otra publicación titulada Pena de Muerte. La abrió.
El autor de la publicación decía que el juego era injusto. Relataba cómo seguía muriendo en la zona de inicio porque no podía encontrar un grupo.
Cada vez que moría, perdía Exp equivalente a la que la criatura que le había matado habría dado. Pero cuando retrocedía al nivel uno, se volvía mucho más severo.
Perdía el equivalente a su nivel, pero con una deuda. Luego, el 90% de su experiencia serviría para pagar la deuda.
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Pero después de morir cinco veces sin poder saldar la deuda, su personaje era eliminado, y quedaba bloqueado del juego por 24 horas.
—Estoy tan feliz de no haber muerto contra ese oso —dijo Alejandro, estremeciéndose.
Estaría perdido.
—Qué pena tan severa —pensó.
Siguió leyendo la publicación y un poco más abajo, otra información casi lo hace atragantarse con su comida. El JcJ daba experiencia.
Un jugador escribió que, cuando moría, perdía la cantidad necesaria para subir de nivel, bajándole un nivel completo y algo más.
Otro escribió cómo mató a un jugador del mismo nivel y ganó completamente su nivel, coincidiendo con lo que la otra persona había dicho anteriormente.
Eso significaba que ganabas lo que el jugador perdía. Eso iba a desencadenar una guerra de JcJ.
Los jugadores intentarían matar a las personas en la tabla de clasificación ahora. ¡Porque esa era la mejor manera de sacar a alguien de ella y tomar su lugar!
La Tabla de Clasificación fluctuaría mucho en los próximos días, con los que molían siendo derribados, y los jugadores talentosos entrando y subiendo.
Como estaba en una zona sin otros jugadores, estaba a salvo de eso, pero eso también significaba que él no podía usar esa táctica para subir de nivel tampoco. Tendría que moler.
Se sonrió ampliamente. Estaba en el mejor lugar para moler, dado que podía salir con un PNJ de nivel más alto.
Solo necesitaba infligir el máximo daño y recoger Exp de sus matanzas. Alejandro cerró los foros y terminó rápidamente su pizza.
Luego echó una siesta de unas horas y volvió a conectarse.
*Iniciando 'Nuevo Edén'*
*Iniciando sesión*
*Bienvenido de vuelta, jugador Astaroth*
Tan pronto como abrió los ojos en su alcoba, saltó y se fue. Corrió prácticamente hacia el cuartel.
Cuando llegó, disminuyó su paso. Todavía podía ver el respeto en los ojos de la gente cuando lo miraban.
Ya no eran miradas de burla o desdén. Astaroth entró al edificio del cuartel, y los guerreros adentro se callaron.
Un hombre se levantó y caminó hacia él con una pinta de cerveza. Extendió su mano sosteniendo la pinta hacia Astaroth.
—Esto es para ti, muchacho. Si no hubieras disparado esa flecha ayer, estaría muerto —dijo el hombre.
Fue entonces cuando Astaroth lo reconoció. ¡Era el hombre que estaba atrapado por el Alfa!
Astaroth tomó la pinta y asintió con la cabeza. Luego tomó un gran trago de la bebida, antes de hacer la mueca más grande que su cara podía realizar.
¡Esta cosa no solo era fuerte, sino que también estaba caliente! Se tragó el líquido caliente y similar a la orina, y sonrió torpemente.
Todo el mundo en el cuartel estalló en risas. Astaroth no estaba seguro si se estaban burlando de él o si simplemente lo estaban iniciando.
No es que le molestara, pero no estaba acostumbrado a tener tanta atención sobre él.
Así que simplemente los miró a todos con una mirada confundida, pensando —Al menos no parece que se estén burlando de mí ya.