—¿Por qué? —Esta vez la pregunta vino de Sami. Su condición no era diferente a la de los demás.
Dan hizo una pausa y observó a los nueve individuos que le rodeaban, los cuales se veían agotados y exhaustos. Sus ojos tenían una expresión diferente a la de antes. Era como si sumergir su cabeza en agua le hubiera abierto los ojos a algo. Había experimentado cambios mentales como resultado de enfrentarse repetidamente a la muerte.
—Necesitamos mostrarle lo dispuestos que estamos. También debemos demostrar que somos las personas que le serán útiles —Dan hizo una declaración firme.
—¿Útiles para qué? —Sami preguntó de nuevo, confundido.
—Piénsalo: justo cuando más necesitamos ayuda, aparece un Portador de Ítems y decide ayudarnos. ¿Quién de ustedes podría creerme si les contara esta historia si no estuviera sucediendo frente a sus ojos? —El tono del discurso de Dan era grave.
