Belicia sabía que no podía herir a este hombre. El hombre contaba con el respaldo de su organización e incluso tenía algunos lazos con los Demugens. A pesar de lo repugnante que era Herman, Belicia no podía hacerle daño porque estaba preocupada por su hermano y otras personas queridas para ella.
Tras una breve pausa, Belicia preguntó —¿Quién es el portador del objeto que mencionaste?
—No estoy seguro. Probablemente alguien que se aburrió y salió a pasear. Por suerte, tu hermano se encontró con una buena persona que lo salvó en lugar de un maníaco. Esos portadores de objeto son difíciles de encontrar hoy en día. Kahkahkah —dijo Herman, riendo feamente. Como si él no fuera quien secuestraba personas y las usaba como sujetos experimentales.
Belicia frunció el ceño y pensó. Tenía una opinión diferente sobre el misterioso portador del objeto que Herman, quien creía que era simplemente un portador del objeto aburrido dando un paseo.
—¿Es ese Raydon? —Belicia reflexionó.