Cuando Evan giró la cabeza y sus ojos cayeron sobre el bebé tumbado en el suelo, una expresión de sorpresa apareció en su rostro.
—Eso es —Al ver las puntiagudas orejas de elfo y el aura demoníaca alrededor del cuerpo del bebé, Evan reconoció inmediatamente lo que era—. Él es un Eltharon.
Aunque el aura demoníaca alrededor del bebé era muy débil, estaba completamente seguro de que el pequeño era un Eltharon como él.
—¿Podría ser —Evan tragó saliva mientras una cierta posibilidad venía a su mente.
Su mirada se desplazó hacia las dos figuras que estaban cerca del bebé y al verlas, por alguna razón, sintió un profundo odio y enojo hacia ellas desde lo más profundo de su alma.
—¿Quiénes son estas dos personas? —murmuró Evan con el ceño fruncido ya que no podía ver sus figuras claramente—. Era como si sus figuras estuvieran escondidas detrás de un velo de niebla, y por más que intentó mirarlas, no pudo ver nada.
