Leopold miró el objeto que Alaric sacó y sus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. El objeto en cuestión era una pequeña piedra de color negro, llena de miles de pequeñas estrellas brillantes.
—Piedra de Iluminación —exclamó Leopold con voz sorprendida, haciendo todo lo posible por contener su emoción.
Alaric sonrió ante la reacción sorprendida de Leopold y sus ojos brillaron con astucia.
—Encontré esta Piedra de Iluminación hace unos años —dijo el zorro y colocó la piedra frente a Leopold—. No necesito esta piedra, pero
—Pero esta piedra puede resolver mi problema, ¿eh? —terminó Leopold la frase de Alaric y miró la Piedra de Iluminación con una expresión pensativa.