—Viejo pedorro, no sabía que tenías ese tipo de gusto. No solo viste a un gordo de cuatro metros balanceándose de esa manera con un pequeño elfo y un segundo gordo, sino que incluso lo grabaste —dijo Evan, mirando a Octavio como si mirara basura—. Asqueroso.
—??? —Signos de interrogación literales aparecieron alrededor de Octavio ya que no entendía por qué Evan lo miraba de esa manera.
—¿Estás malinterpretando algo? No sé qué significa balancearse de esa manera, pero no grabé nada. Solo chantajeé a ese gigante usando las vidas de sus compañeros —dijo Octavio apretando los dientes porque, por alguna razón, la manera en que Evan lo miraba realmente lo estaba enfureciendo.
—¿Eh? —Evan se quedó atónito al escuchar a Octavio y lo miró con expresión sospechosa—. ¿Estás diciendo que no captaste a ese gordo balanceándose de esa manera y grabaste su hazaña?
