—¿Por qué hay tantas personas aquí? —se preguntaba Anastasia mientras volaba más profundo en el Bosque Oscuro.
Sobre la palma de su mano, flotaba una gota de sangre rojo intenso. La sangre estaba cubierta con una pequeña barrera negra, que evitaba que el aura de la sangre se escapara.
—La gota de sangre muestra que él está en algún lugar del Bosque Oscuro, pero por alguna razón no puede determinar su ubicación exacta... —murmuraba Anastasia mientras miraba la gota de sangre.
—Parece que realmente tendré que encontrarme con ese bastardo molesto si quiero encontrar al Maestro —dijo Anastasia y volvió a colocar la gota de sangre en su anillo de almacenamiento.
Después de guardar la gota de sangre, aumentó su velocidad de vuelo y se dirigió hacia el área central del Bosque Oscuro.
Mientras volaba, notó a miles de personas que se movían en el Bosque Oscuro, como si todos ellos estuvieran buscando algo.