Dentro del reino sombrío, estaba teniendo lugar un gran cambio. El trono dentro del Castillo Negro, que era el núcleo del reino sombrío, estaba envuelto en una aura negra y de él emanaban terroríficas olas de energía antigua.
La presión que las olas de energía estaban liberando era tan terrible que cada criatura dentro del reino sombrío quedó congelada en su lugar y nadie se atrevía a moverse.
Incluso Anastasia, que estaba parada fuera de la Sala del Trono, no se atrevió a acercarse, ya que aunque tenía autoridad parcial sobre el reino sombrío, podía sentir que las leyes del reino sombrío estaban cambiando y sería peligroso para ella si intentaba acercarse al núcleo del reino sombrío.
El espacio del reino sombrío se estaba expandiendo y su área aumentaba a una velocidad alarmante.
Debido al poco control que tenía sobre el reino sombrío, Anastasia era capaz de percibir fácilmente todos los cambios que estaban sucediendo dentro del reino sombrío.