Ronan, Margaret, Ron, Charles, Mio, Clark y algunos otros cazadores dejaron de avanzar y señalaron al ejército que los seguía para que se detuvieran.
Todavía estaban a quinientos metros de distancia del área donde los no-muertos sombríos solían patrullar, pero para su sorpresa, notaron a tres no-muertos sombríos bloqueando su camino. Uno era un pequeño gato mientras que los otros dos eran monstruos humanoides.
Cuando Ron y los otros cazadores los vieron, se pusieron completamente en alerta y sus rostros se volvieron extremadamente serios.
—No puedo sentir a nadie más excepto a estos tres —dijo Margaret después de inspeccionar el área con sus sentidos espirituales.
—No necesitan estar tan nerviosos —dijo Adam indiferente al ver su expresión seria—. Solo estamos aquí para advertirles.
Cuando Margaret y los otros cazadores escucharon hablar a Adam, se quedaron atónitos porque no esperaban que él les hablara.
