—¡Oi, invoca algunos monstruos más! Todavía me queda un minuto y cuarenta segundos —Cuando Noah escuchó las palabras de Evan, casi pierde la conciencia de la ira. Se sentía humillado porque podía decir que Evan se estaba divirtiendo mucho aniquilando a los monstruos que él había invocado.
—¿Cómo... cómo es esto posible? Yo soy el dios de este mundo. ¿Cómo puedo perder contra este bastardo? —El estado mental de Noah empezó a deteriorarse y su aura se volvió caótica.
—No, no puedo perder aquí... Sí, eso es correcto. Yo soy el verdadero dios de
—¡Estruendo!
—Deja de llamarte a ti mismo un dios, jodido imbécil. No eres más que un personaje trampa que sufre del complejo de octavo grado —Evan aplastó la cabeza de Noah contra el suelo y dijo con una mueca en su rostro.
—Tú... ¿Cómo te atreves a hablarme así? No eres más que un insecto que sigue vivo porque te mostré bondad antes. Si tú
—¡Estruendo!
—Te estoy diciendo que te c
—¡Estruendo!
—Te arrepentirás de est
—¡Estruendo!