—Una vez que entre en la academia nos dirigiremos hacia el Reino Enano para conseguir el Graventine —dijo Anon.
—Como se esperaba de mi maestro... ahora me tomaré mi licencia —dijo Biyuk mientras salía de la habitación.
—Sephie, hace días que no te veo. Te encerraste en ese laboratorio tuyo por dios sabe cuántos días. ¿Puedo preguntar qué tienes para mí?
—Sí maestro, por favor mire esto —dijo Sephie mientras sacaba una daga de su espalda.
—Una daga, pero pensé que investigabas alquimia —Anon dijo con una sonrisa confundida.
Sin decir nada Sephie se corta la mano tan gravemente que ni siquiera una sola poción curativa sería suficiente para sanarla. Su mano apenas se sostenía unida a su muñeca, estaba a punto de desprenderse.
—¿Sephie, qué mierda crees que estás haciendo? —Anon gritó mientras sacaba rápidamente algunas pociones curativas de su inventario.
—Espere maestro, mire —ella dijo mientras miraba fijamente su mano cortada.
De repente, su herida comenzó a sanar a una velocidad increíble que ni siquiera una poción curativa de máxima calidad podría comparar. Su piel creció de nuevo y arregló su mano al mismo estado que estaba antes.
—¿Qué demonios...? —Anon simplemente miró lo más imposible del mundo y también lo hizo la asesina de sangre con caras estúpidas y asombradas.
—Vea esto maestro —Sephie dijo.
—Sí, lo vi, ¿qué demonios fue eso, algún tipo de magia curativa o hechizo?
—Ninguno, es esto —dijo Sephie mientras se quitaba un guardapelo del cuello y se lo daba a Anon.
La forma del guardapelo era similar a la de un óvalo con un contorno verde y un líquido rojo dentro del núcleo.
—¿Qué es esto?
—Maestro, ¿recuerda al trol que los Ogros nos trajeron? —Sephie preguntó.
—Lo recuerdo.
—Bueno, esto está hecho de su Corazón —dijo Sephie.
—¿Cómo funciona?
—Solo tienes que mantenerlo en contacto con tu cuerpo y él hará el resto del trabajo automáticamente —Sephie explicó.
—¿En serio...? Probémoslo entonces —Anon se puso el guardapelo y se perforó la mano con una daga.
—Ouch, eso duele de verdad. Ahora entiendo lo que sentía ese tipo cuando le lancé dagas en el trasero —dijo Anon mientras sacaba la daga.
En segundos todas las heridas sanaron y sus manos volvieron a estar como antes.
—Esto es increíble. ¿Hay alguna limitación o consecuencia de este guardapelo?
—No maestro, no he encontrado ninguna todavía —dijo Sephie.
—Bien, has hecho un gran trabajo Sephie. ¿Qué quieres como recompensa? —dijo Anon con una sonrisa.
—Me gustaría guardarlo para otra ocasión maestro —dijo Sephie con un tono tímido mientras sus mejillas azules se tornaban rojas.
—Está bien, si eso es lo que quieres.
—Ahora me retiraré —dijo Sephie y salió de la habitación.
Nombre: Guardapelo del Corazón de Troll.
—Hola querida, lamento que nuestra pequeña charla se haya visto interrumpida anteriormente —dijo Anon.
Ella simplemente miró fijamente a Anon como si fuera demasiado tonta para entender sus palabras.
—Como era de esperar, no vas a hablar, ¿eh? —Siguió Anon.
Simplemente miró a Anon sin expresión.
—Mike —Anon gritó y en cuanto lo hizo, Mike apareció de la nada.
—¿Me llamó maestro?
—Sí... quita el Campo Nulo.
—Como ordene mi señor.
En cuanto Mike levantó el hechizo, la chica desapareció de la silla.
—Mike, sabes qué hacer.
—Sí, mi señor.
Los ojos de Mike de repente comenzaron a brillar de rojo y en el siguiente momento lanzó un hechizo de trueno en una dirección aleatoria de la habitación.
—Ahh... —Se oyó la voz de una chica mientras era impactada por el ataque y de repente su cuerpo entero se hizo visible mientras yacía inconsciente en el frío suelo.
—Qué broma. ¿Piensas que un hechizo de sigilo de tan mala calidad funciona conmigo? —habló Mike.
—Bueno, ¿la mataste Mike?
—No maestro, solo está inconsciente.
Anon se acercó a la asesina y...
[Devorador de Memorias]
Tomaré algo de tus recuerdos querida, ya que no me puedo permitir dejar cabos sueltos.
[Alteración de la Memoria]
Vamos a enmascarar mi rostro con un vacío negro en tus recuerdos y sacar todo lo que viste aquí abajo.
—Oi, deja a la chica en la puerta principal de la capital antes del amanecer —ordenó Anon.
De repente aparecieron asesinos detrás de él y llevaron a cabo la tarea de inmediato.