Tras la dominación de Vale sobre los Generales Demonio, una onda de miedo se extendió a través de las filas de las criaturas demoníacas.
Sintieron el cambio en el aura de sus Generales...
No podían estar equivocados. Habían presenciado la caída de sus líderes del poder.
Además, la vista de los otrora poderosos Generales ahora sujetos a la voluntad de un Inmortal envió escalofríos a través de sus formas malévolas.
Aunque eran demonios y podían masacrar humanos sin dudarlo, todavía esperaban seguir viviendo e inmersos en el placer de torturar a otros seres inferiores a ellos.
¡Todavía tenían miedo de morir!
Este sentimiento no podía controlarse en este momento, ya que el Aura de los Generales Demonio que podía hacerles seguirlas órdenes había desaparecido.
No podían más que pensar en escapar ahora mismo y dejar que el Santo Demonio manejara este desastre.
—Hmph... —Vale podía decir lo que tenían en mente, así que se dirigió a los Generales Demonio para ordenarles.
