—¿Quién? —El Ángel no se inmutó por la Energía de Corrupción de los dos Santos Demonios. Sus ocho alas se desplegaron, y cada pluma era como una hoja de luz divina, lista para cortar la oscuridad. No dejaba de atacar a los Santos Demonios.
—¡No es suficiente! —Los Santos Demonios, envueltos en las energías malignas del Abismo, recibieron el avance del Ángel con una gracia siniestra.
Sus formas se expandieron y su aura irradiaba… ¡Los árboles y la hierba cercanos comenzaron a morir debido a su energía! Había oscurecido a pleno día mientras lanzaban un Hechizo Demoniaco que cubría los cielos con nubes oscuras.
Pronto, los dos Santos Demonios se movieron con una velocidad que desmentía su tamaño, lanzando una ráfaga de hechizos demoníacos y ataques físicos al Ángel.