—¿Ya los atraje? —Vale sonrió con resignación al ver a los dos Santos Demonios emerger del vacío.
Ellos eran diferentes a los Santos Demonios con los que había luchado y asesinado anteriormente.
Parecían mucho más fuertes y amenazantes, al menos por su apariencia...
La mayor diferencia era el hecho de que tenían tres cuernos en sus cabezas, cada uno más grande y afilado que el otro.
En lugar de ropas oscuras, llevaban armaduras pesadas y oscuras. Por eso, parecían más guerreros que magos. Los dos también tenían armas hechas de hueso, ¡y ambos estaban listos para luchar!
—¿Un Inmortal? ¿Acaso masacraste a todos los vanguardistas? —Uno de los Santos Demonios, con una larga lanza como arma, preguntó tras examinar la situación por un momento. Pero Vale mantuvo su silencio y continuó observándolos...
Parecía estar inspeccionándolos con sus diversos hechizos analíticos.