—¡Ay!
—Los Esbirros gritaron después de recibir esos hechizos...
—Sin embargo, estos siervos del Vampiro no se dejaron disuadir.
—Apenas sentían el dolor que se les inducía debido a su fisiología natural. Sus mentes estaban ocupadas con un solo pensamiento: ¡su sed de sangre!
—¡Los Hechiceros parecían ser los seres más deliciosos que habían visto! ¡No podían esperar para desgarrarlos y beber su sangre!
—¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
—Continuaron atacando, ignorando sus heridas.
—¡Están a punto de morir! ¡Continúa! —Lynn gritó mientras lanzaba otro hechizo de cuchilla de viento al Esbirro más cercano. Sin embargo, para sorpresa de todos, ¡todos comenzaron a sanar!
—Las heridas de los Esbirros empezaron a cerrarse... ¡Incluso el brazo cortado flotó y se reconectó con su dueño!
—¿¡Qué?!
—¡Se recuperaron tan rápidamente!