Mientras tanto, dentro del Castillo de Magnus, Vale y los demás observaban la batalla que se desarrollaba con emociones encontradas.
Chad, en particular, había estado lleno de preocupación desde el inicio del bombardeo.
Estaba ansiosamente preparándose para el inminente colapso de la barrera protectora, listo para invocar su Hechizo del Rey Fantasma para protegerse del inminente ataque del fuego de cañón.
Realmente quería huir tan pronto como vio las seis imponentes aeronaves, ¡pero vio a numerosos caballeros rodeando el castillo!
A medida que la brigada de caballeros se acercaba a su fortaleza, Vale emitió inesperadamente una orden absurda.
Insistió en que Lisa enfrentara a los caballeros por su cuenta, una orden audaz y aparentemente absurda que dejó a Chad incrédulo.
