Los guardias y Arcanistas restantes dentro de la aeronave no pudieron evitar sentirse eufóricos en cuanto vieron que el Príncipe no estaba perdiendo en la lucha.
Se sentían impotentes e incluso incapaces de herir al Diablo Enmascarado con sus armas de fuego y hechizos. Pensaban que no había esperanza y tenían que aceptar la demanda de la persona.
¡Sin embargo, la increíble demostración de la destreza del Príncipe los hizo sentir emocionados!
—¡Increíble! El Príncipe está usando el estilo de espada número uno del Reino, ¡y no está perdiendo! —exclamó uno.
—Esos sigilos en su cuerpo también están en otro nivel... Sin ellos, fallaría en seguirle el ritmo a ese Diablo Enmascarado. ¡Debemos ayudarle! —comentó otro.
—Así es... ¡Este Diablo pronto caerá! —afirmó otro más.
—¡Tú puedes hacerlo, Príncipe! ¡Mata a ese Diablo! —gritaban con fervor.
¡Estruendo!
La lucha se intensificó, y una danza de hojas que trascendió el plano físico se desplegó en la cubierta de la aeronave...