Después de que Clovis se puso la venda de los ojos del Arzobispo, comenzó a desarrollarse un fenómeno profundo.
La tela parecía pulsar con una energía de otro mundo mientras lo envolvía, dotándolo de una percepción mejorada y una aguda conciencia de las Energías Arcanas a su alrededor.
Cuando la venda cubrió sus ojos, un torrente de conocimiento antiguo fluyó a través de su ser, desbloqueando los secretos del Arcano dañado.
—Siento que me estoy convirtiendo en un verdadero Celestial al usar este objeto. Este poder es demasiado absurdo —reflexionaba Clovis mientras sentía que
Al mismo tiempo, la presencia de Clovis también se había debilitado, e incluso Yvaine tuvo que mirarlo un par de veces antes de confirmar que todavía estaba de pie fuera de la habitación.
—Qué increíble Artefacto... Ni siquiera los Mensajeros fueron capaces de hacer esto —murmuró Yvaine para sí misma mientras confirmaba la efectividad de la tela negra.