Fuera del edificio, una multitud de curiosos se congregaba, sus murmullos y expresiones de preocupación resonaban en el aire.
A medida que el cielo se oscurecía, lanzando una señal ominosa sobre la escena, una sensación de presagio envolvía el entorno...
En medio de la multitud reunida, oficiales de policía hacían guardia. Sin embargo, ninguno de ellos se atrevió a entrar en el edificio. Después de todo, vieron al Escuadrón Torrente huyendo del lugar, lo que les hizo darse cuenta del peligro.
—¿Por qué están tardando tanto esas personas? —preguntó Denise.
Denise estaba junto a su escuadra, anticipando la llegada de los Arcanistas Oficiales de otras Facciones. Era muy consciente de la formidable entidad dentro del edificio y sabía que las dos personas que habían entrado debían estar enfrentando una situación intimidante.