Alguien entre la multitud gritó, y todos no pudieron evitar mirar hacia arriba.
Esta era una hazaña reservada solo para los genios más venerados y legendarios. El suspiro colectivo de asombro se propagó entre los espectadores, su incredulidad mezclándose con asombro y admiración.
—La Academia Vermont lo logró.
—Ganaron la Torre de la Ascensión esta vez.
—¿Es esta la primera vez que ganan? Qué suerte tienen.
—Efectivamente. Escuché que la recompensa de esta vez era increíble.
—Ahh... ¡Es cierto! Escuché que estaba preparada para la Princesa. ¿Es verdad?
—¿Qué pasará ahora? ¿Todavía la cederán?
—Los organizadores han calculado mal.
Susurros de admiración y asombro se extendieron como un incendio forestal entre la multitud. Se maravillaban con la habilidad y el indiscutible talento de Vale. Era una hazaña que pocos habían logrado, y aún menos habían sido testigos de primera mano.