—¡E-espera! ¡Aún no estoy listo! ¡Todavía estoy invocando! —Avery gritó desesperadamente, su voz llena de una mezcla de miedo e indignación.
Sin embargo, el implacable golem de madera no mostró misericordia. Su espada ya descendía con alarmante velocidad.
Sin tiempo para completar la invocación, Avery tomó una decisión en cuestión de segundos. Agarró firmemente su robusto Grimorio, dándose cuenta de que tendría que depender de su precioso objeto o su antiguo libro para parar el ataque.
Cuando la espada del golem de madera descendía, Avery levantó su Grimorio en una postura defensiva, canalizando su energía hacia la superficie del libro.
Una explosión de energía mágica brotó del Grimorio, formando un escudo brillante justo a tiempo para interceptar el ataque del golem.
¡Estruendo!
El impacto envió ondas de choque a través del cuerpo de Avery, pero se mantuvo firme, negándose a ceder ante la inmensa fuerza.