—Ahh... ¿Loto? —preguntó Vale sorprendido, sintiendo una presencia muy familiar acercándose.
Denise también se sorprendió por el reconocimiento que hizo Vale de Loto.
Sus ojos se abrieron de par en par en shock mientras miraba a Vale, sus pensamientos acelerándose para encontrar una explicación.
—¡¿La conoces?! —exclamó Denise, su voz llena de asombro. No podía entender cómo Vale podría saber acerca de Loto.
Vale tenía una sonrisa irónica en su rostro como respuesta a la pregunta de Denise. —Sí... Ha pasado un tiempo, Loto... ¿Todavía me recuerdas? —preguntó, dirigiéndose a la presencia invisible que solo él y Denise podían percibir…
En ese momento, Loto, el Espíritu Oscuro, se materializó dentro de los confines de la cafetería. Se paró frente a Vale, su forma etérea exudando una atmósfera de misterio. Nadie más en la tienda podía verla, ya que su presencia permanecía oculta para todos excepto para ellos dos.
