Vale no pudo evitar sentir una sensación de admiración por Lisa. Había sido testigo de su dedicación y arduo trabajo en sus sesiones de entrenamiento. Ella poseía una fuerte determinación para aprender y él creía que ella merecía esta oportunidad de mejorar aún más sus habilidades...
Mientras la clase se tranquilizaba, la Profesora Zara se dirigió a los estudiantes, percibiendo su curiosidad y sorpresa.
—Entiendo que algunos de ustedes puedan estar sorprendidos de ver a Lisa entre los pocos elegidos —comenzó la Profesora Zara, con una voz tranquila y reconfortante—. Pero permítanme asegurarles que la decisión se tomó basándose en una cuidadosa consideración del potencial y progreso de cada estudiante.