Mientras la criatura ardía viva, Vale finalmente pudo ver su apariencia, gracias a la luz que aportaba el fuego.
La Criatura Malvada todavía lucía fea y tenía un cuerno corto creciendo en su frente. Parecía ser una especie diferente de Criatura Malvada si se comparaba con las que había visto en el Salón de la Serenidad.
—¿Depende su apariencia del cadáver que poseían? —Vale reflexionó mientras miraba a la criatura que luchaba por quitar la Daga Demoníaca.
Lamentablemente, esta daga era demasiado malvada. Si usabas Energía Espiritual o cualquier Arte Arcano para sacarla de tu carne, el fuego que había creado se haría más y más fuerte, como un fuego avivado por combustible.
—Si quieres quitarla, tienes que retirar temporalmente tu energía y quitarla con tu fuerza física. Puede ser sumamente doloroso si el fuego ya había estallado, pero esa era la mejor manera de hacerlo si no tenías un Artefacto Místico que fuera mejor que la daga.