—De verdad sabes cómo manejar un trato —susurró Cassie al oído de Wolfe mientras se hacían los arreglos finales con la casa de subastas, que tenía los helicópteros que querían.
—Estamos consiguiendo todos los juguetes brillantes. Solo espera. Una vez que tengamos un poco más de equipo, tendremos nuestra propia aerolínea de carga funcional, y podremos empezar a expandirla a los Covens —susurró Wolfe de vuelta.
—Nos veremos pronto. Deberíamos regresar a casa, sin embargo. Hay muchos asuntos de los que ocuparse para estabilizar los problemas en los Desiertos Congelados —Wolfe informó a los Ancianos y líderes Militares reunidos.
—Es comprensible. Nos veremos en unas semanas. Puedes enviarnos un mensaje con antelación, o la Alcaldeza local nos llamará cuando llegues. Ahora tenemos servicio de celular en toda la región —respondió el Príncipe con una sonrisa.
—Ha sido un placer hacer negocios contigo, Su Alteza.