—Urgh… Siento como si hubiera corrido un maratón después de un festín en un bufé libre —murmuró Michael en voz baja.
Se retorcía y tenía arcadas unas cuantas veces, pero nunca vomitó. Solo era la energía indomable dentro de él que asolaba su cuerpo, causando estragos.
Puesto que Michael controló forzadamente la energía indomable para canalizarla dentro de sus Artefactos, y los frascos para crear una llamarada deslumbrante de luz, su cuerpo entero estaba siendo lentamente devastado.
El refinamiento rápido de su Runa de Guerra y su fuerte fuerza de voluntad eran las únicas razones por las que aún no había perdido el conocimiento.
Sin embargo, ahora que había regresado a su territorio, la adrenalina que corría por él finalmente había disminuido. La tensión en todo su cuerpo se había disipado en el momento en que supo que estaba a salvo, y tenía ganas de dormir durante una semana entera.