Michael decidió observar a María Seraph mientras salvaba la vida de Jirah Loar.
Cuando María llegó delante de Jirah, su cabello se agitó en el aura calmante que emanaba de su cuerpo. El aura calmante era cálida y confortable. Suprimía el dolor y estimulaba el proceso natural de regeneración de todos los objetivos. María envolvió a Jirah Loar con el aura calmante antes de que una luz brillante emanara de sus manos.
El dolor en los ojos de Jirah se dispersó a medida que la luz brillante iluminaba su cuerpo cansado. La esencia de la vida parecía llenar a Jirah a medida que el color volvía a su cara herida, y sus mejillas pálidas y mortecinas, mientras un destello de vigor se manifestaba dentro de sus ojos.
—Disipa las espadas —ordenó María con voz baja.