**[En la región de Sabana más allá del territorio del Señor Kitsun]**
Una mujer de mediana edad con piel roja y llamas ardientes por cabello descansó su espalda contra un gran sillón cristalizado. Miraba una nota arrugada, con una expresión sombría marcada en su rostro.
—Entonces, ¿estás diciendo que esta nota llegó mediante una avispa del tamaño de un puño? ¿Desde la dirección del territorio del Señor Kitsun además? —preguntó con una voz ronca que no encajaba con su pequeño cuerpo femenino.
Tenía un cuerpo humanoide voluptuoso, dos largos cuernos negros brotando de su frente, y una gran cola con una estrella de la mañana en la punta que crecía de su coxis. Sin embargo, la característica más intrigante de la mujer de mediana edad eran las alas de cuero rojo sangre que adornaban su espalda.